18/10/15

España: Errores del jurado popular

Por La Voz de Galicia

La Voz de Galicia
España

Extractos:

¿Está capacitado un ciudadano de a pie para juzgar un caso complejo y muy mediatizado de asesinato de unos padres a una hija como el que se juzga estos días en Santiago? El juicio de Asunta ha reabierto el debate sobre la idoneidad del jurado popular, cuestionado desde que se instauró en España en 1995, sobre todo cuando la transcendencia mediática de los casos dificulta encontrar a candidatos neutros, personas que no tengan ya una opinión conformada sobre el caso.

Algunos errores como el de Dolores Vázquez, condenada por un jurado popular por el asesinato de Rocío Waninkhof, y posteriormente absuelta por el Supremo, o la repetición del juicio a José "O Chucán" Carnero, absuelto por un jurado y condenado por otro tras haber confesado el crimen en una entrevista en "La Voz", han puesto en entredicho la profesionalidad de una fórmula judicial que pretende acercar la administración de justicia a los ciudadanos.

Estos son los principales errores de los jurados en los últimos años:

Caso Waninkhof

Dolores Vázquez, 17 meses en la cárcel por un crimen que no cometió. La resolución del caso de Rocío Waninkhof partió de un error. Una tulipa de un coche hallada en el escenario de la muerte de Sonia Carabantes fue enviada por error para su análisis biológico cuando se pretendía que fuese un análisis químico. Este error permitió subsanar otro error, la condena por asesinato que un jurado popular había atribuido años antes a Dolores Vázquez, natural de Betanzos. Los rastros de sangre encontrados permitieron relacionar a Tony King con ambos crímenes.

Dolores Vázquez fue detenida por el asesinato de Rocío Waninkhof, cuyo cadáver fue hallado en noviembre del 1999 en una urbanización marbellí. El veredicto de culpabilidad del jurado que examinó las pruebas determinó, en septiembre del 2001, la condena a 15 años de prisión. Cumplió 17 meses en la cárcel. Fue excarcelada porque la inconsistencia de las pruebas llevó al Tribunal Superior de Andalucía, primero, y al Supremo, luego, a revisar la condena y decretar un nuevo juicio, que iba a celebrarse meses después con un jurado distinto. No se celebró porque el británico Tony Alexander King acabó siendo el único acusado en el asesinato de la joven malagueña.

Dolores Vázquez espera aún una indemnización por los 17 meses que pasó en la cárcel. El tribunal Supremo denegó hace unos meses los 4 millones de euros que reclamaba la defensa porque considera que «la legislación elegida como base para pedir la compensación fue errónea».

El asesinato de Sober

José Carnero, primero absuelto por un jurado, y luego condenado por otro. José Carnero, conocido como O Chucán, es otro de los acusados que ha hecho tambalear la capacidad de los jurados populares. Llevaba tres años en prisión preventiva por el asesinato de una trabajadora de un club de alterne cuando fue juzgado por un jurado popular. Era enero de 2011. Los integrantes del jurado lo declararon inocente porque las acusaciones no fueron capaces de presentar pruebas contundentes en las dos sesiones que tuvieron lugar en la Audiencia Provincial de Lugo. Al jurado no le bastó una camisa de O Chucán con restos de su ADN y sangre de ella. Tampoco el hacha y la maza que también tenían sangre de ella en los mangos.

Unos días después de salir de prisión, José Carnero se autoinculpó del crimen en una entrevista realizada por "La Voz":

-«¿Qué le parece que pasó aquí, entonces?», preguntó el periodista de "La Voz".

-«Que yo la maté. La llevé a casa... y después la maté», contestó José Carnero.

El juicio se anuló y Carnero fue juzgado en noviembre del 2012 por segunda vez por la muerte de Pilar Palacios. O Chucán volvió a negarlo todo pero en esta ocasión el jurado popular lo consideró culpable y la sentencia del tribunal lo condenó a diez años de prisión.

El crimen de los gais

Dos jurados, dos sentencias. Jacobo Piñeiro alias Kiyo, fue condenado a 58 años de cárcel por el doble asesinato de los jóvenes homosexuales Isaac Pérez Triviño y Julio Anderson Luciano, ocurrido en Vigo el 13 de julio del 2006. Les asestó 57 puñaladas e incendió el piso. Un año antes había sido absuelto del doble asesinato por otro jurado popular, al entender que había actuado en legítima defensa y por un miedo insuperable a ser violado. Se le condenó en ese momento a 20 años de cárcel, pero sólo por el incendio. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y el Supremo anularon este veredicto por «ilógico» y ordenaron repetir el juicio. El 24 de septiembre del 2010 un segundo jurado popular lo declaró culpable de doble asesinato y del incendio posterior del piso.


Errores y aciertos del jurado popular
Por Antía Urgorri

La Voz de Galicia
18 de octubre de 2015

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